Tacto consciente

ARUN es una técnica desarrollada en 1994 por Anubuddha y Anasha, dos personas muy cercanas al místico OSHO.

¿Qué es ARUN Conscious Touch?

ARUN es la visión de un meditador del cuerpo, el tacto humano y la energía vital, la evolución continua del toque humano creativo que reconoce y enseña que somos cuerpo y conciencia en unidad. 
ARUN es aprender a sentir directamente, en el preciso instante en el que tiene lugar, el tacto: sin juzgar, sin analizar, sin comparar, sin añadir nada a ese momento que contiene todo lo que somos y podemos expresar. Tocar con la actitud de “Tathata” o “aceptación incondicional”, es leer y escribir la vida natural en el cuerpo humano y usar el toque de una manera segura, para alcanzar, mediante una relajación plena, la expansión de la conciencia interior.
Enraizado en un profundo aprecio y respeto por el cuerpo humano, ARUN impulsa el amor hacia todo lo natural y busca la interacción entre campos energéticos humanos. Una sesión individual de ARUN también podría denominarse una «meditación interactiva», en la que se hace imprescindible la presencia consciente de quien da y recibe la sesión. Y es, precisamente, el carácter compartido, la interacción entre las dos personas involucradas, la que convierte a ARUN Conscious Touch en una técnica única entre todos los enfoques del trabajo corporal o artes curativas.

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ARUN Conscious Touch incorpora todo el arco iris de posibilidades táctiles, ayudando a traer al consciente la información inconsciente grabada en nuestro cuerpo.

¿Qué beneficios puede aportar?

Anclar nuestra consciencia en el cuerpo nos hace sentir en contacto pleno con la tierra, con la naturaleza que forma parte de nosotros. El tacto y la conexión de energías nos llevará a una profunda y reparadora relajación. Notaremos una reducción en la tensión muscular, los dolores y bloqueos energéticos de los que a veces no somos ni conscientes. A veces, el efecto más positivo es, precisamente, ese, tomar conciencia de nuestros propios bloqueos, paso imprescindible para poder superarlos.
Nuestro cuerpo es un libro que guarda y codifica todas las experiencias que hemos vivido. Las sesiones de ARUN nos hablarán de esas experiencias que hemos mandamos al inconsciente, del significado que tienen para nosotros en el presente y del nuevo enfoque que se les puede dar desde una perspectiva consciente.
ARUN es una experiencia placentera, pero también es sanación, flujo y expansión energética.

¿Cómo se facilita?

ARUN es tacto, por lo que se requiere que quien lo recibe y quien lo da estén en la misma sala. Se usa una camilla en la que el receptor se tumbará y se relajará. Dador y receptor permanecen presentes, esto es con su conciencia centrada en lo que está sucediendo en ese preciso instante.
Se suele usar un abanico de toques variado. A veces, el toque puede ser muy suave y silencioso, con el foco en la respiración natural del cuerpo, en el precioso latido del corazón, o en la respiración oceánica del sistema Craneo Sacro. Otras veces, por ejemplo, se seguirá la presión profunda del masaje de yoga tailandés, llegando a incluir un masaje de cuerpo entero. En ocasiones se practicará el toque inmóvil, propiciando la escucha, el dador se convierte en testigo del cuerpo de quien recibe la sesión, permitiendo que éste se armonice y equilibre desde su propia sabiduría.
ARUN permite disfrutar del tacto al mismo tiempo que se busca prestar atención a los efectos en toda la amplitud del Ser: sobre la respiración, la experiencia sensorial física, la creciente presencia y quietud, las conexiones y el flujo energético que se reparte por todo el cuerpo.
Cada sesión es única, y es el cuerpo del receptor el que indica el itinerario y la técnica a seguir.

El ARUN en palabras de sus creadores
“Durante 40 años, hemos estado explorando el misterio del cuerpo, la mente, el corazón y el espíritu humanos, aprendiendo de Oriente y Occidente muchos métodos sencillos y directos de tocar y curar. La sinergia de músculos, órganos y centros de energía, cuando se toca con conciencia y sensibilidad, puede ser experimentada y apreciada por todos.
Cuando lo mantenemos simple, miramos profundamente y no tememos a la energía vital espontánea (incluida la tensión, el miedo y el dolor), el toque consciente de ARUN se convierte en una forma de compartir la salud, el amor y la esencia de la meditación”. Anubuddha y Anasha
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